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La presencia de bloqueo auriculoventricular avanzado debe hacer que se sospeche sarcoidosis cardiaca, enfermedad de Lyme o miocarditis asociada con inmunoterapia2. La presencia de bajos voltajes (por edema miocárdico), arritmias ventriculares y trastornos de la conducción deben motivar la sospecha de una forma de alto riesgo que puede evolucionar a miocarditis fulminante8. La miocarditis se define como una enfermedad inflamatoria que afecta al músculo cardiaco con muy diversas etiologías, que incluyen infecciones, toxicidades y procesos autoinmunitarios1–3. Su diagnóstico presenta dificultades por la variabilidad de presentación y la falta de instrumentos diagnósticos precisos; además, las opciones terapéuticas son escasas, dependientes de la etiología y con áreas de incertidumbre. Por ello, el Grupo de Trabajo de Miocarditis de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) ha redactado este documento de consenso cuya finalidad es dar respuesta a la necesidad de disponer de recomendaciones claras acerca de esta patología y homogeneizar su diagnóstico y tratamiento en la práctica clínica.
La miocarditis se define como la inflamación del miocardio y su etiología es muy diversa e incluye procesos infecciosos, tóxicos o enfermedades autoinmunitarias. La presentación clínica es muy diversa, más allá del cuadro clásico con dolor torácico agudo, e incluye casos de miocardiopatía no filiada cuya etiología puede ser inflamatoria. Teniendo en cuenta que hay pacientes que pueden beneficiarse de tratamientos dirigidos, la búsqueda de la etiología debe iniciarse desde el momento en que se sospecha una miocarditis. Son todavía muchas las áreas de incertidumbre en el diagnóstico y el tratamiento de esta afección, por lo que este documento de consenso se ha creado con el objetivo de proporcionar recomendaciones claras en relación con su diagnóstico y tratamiento. Se propone un algoritmo diagnóstico que especifica en qué pacientes se puede establecer un diagnóstico no invasivo con resonancia magnética cardiaca frente a invasiva con biopsia endomiocárdica, y se indaga en aspectos más novedosos como cuándo sospechar una etiología genética subyacente.
NeutropeniaSe observaron acontecimientos de neutropenia con el tratamiento con rituximab, la mayoría de los cuales fueron transitorios y de gravedad leve o moderada. La neutropenia puede ocurrir varios meses después de la administración de rituximab (ver sección 4.4). En el entorno posterior a la comercialización, se notificaron infecciones virales graves en pacientes con AR tratados con rituximab. Falsos negativos en las pruebas serológicas para infeccionesDebido al riesgo de falsos negativos en las pruebas serológicas para infecciones, se deben considerar herramientas diagnósticas alternativas en el caso de pacientes que presenten síntomas indicativos de enfermedad infecciosa rara, p. ej. Se debe vigilar a los pacientes a intervalos regulares para detectar cualquier síntoma neurológico nuevo o que haya empeorado o signos que puedan indicar LMP. Si se sospecha de LMP, se deben suspender las dosis adicionales hasta que se haya descartado la LMP.
Está diseñado específicamente para potenciar la destrucción de las células cancerosas, bien activando otras células inmunitarias para que ataquen a las malignas, bien induciendo directamente la muerte celular. Estos datos se suman a la amplia evidencia que muestran el beneficio en la SG con Gazyvaro® como tratamiento de primera línea en LLC, tras los datos previos que mostraron el beneficio sobre la SG con Gazyvaro® combinado con clorambucilo versus clorambucilo en monoterapia. Por eso, a su juicio, “hace falta mucho trabajo de educación, identificación y tratamiento precoz”, entre otros, para paliar el “impacto físico, psicológico y sanitario” del tratamiento de por vida al que se someten los pacientes con VIH. Una fase que, de acuerdo con Buzón, es crucial tanto para diseñar nuevas estrategias que permitan eliminar estos reservorios como para desarrollar “la única vía para curar a pacientes con VIH”. Por primera vez, la lista incluye “polipíldoras” para prevenir enfermedades cardíacas y vasculares, combinando agentes reductores del colesterol con uno o más agentes reductores de la presión arterial con y sin ácido acetilsalicílico (aspirina). “Este año, se agregaron tres fármacos para ralentizar su progresión, llenando un vacío importante a la gran carga mundial de la EM”.
El perfil de seguridad de rituximab en pacientes pediátricos con GPA o PAM fue consistente en tipo, naturaleza y gravedad con el perfil de seguridad conocido en pacientes adultos en las indicaciones autoinmunes aprobadas, incluyendo la GPA o PAM en adultos. Tratamiento de mantenimiento en adultos (Estudio 2 GPA/PAM)En el estudio 2 GPA/PAM, un total de 57 pacientes adultos con GPA y PAM activas y graves fueron tratados con rituximab para el mantenimiento de la remisión (ver sección 5.1). En pacientes pediátricos tratados con rituximab, se ha observado un pequeño número de casos espontáneos y en la bibliografía médica, de hipogammaglobulinemia, en algunos casos grave y que requiere terapia prolongada de reposición de inmunoglobulinas. Se desconocen las consecuencias de la depleción prolongada de las células B en pacientes pediátricos. En pacientes pediátricos tratados con rituximab, se ha observado un pequeño número de casos espontáneos y en la literatura médica de hipogammaglobulinemia, en algunos casos grave, y que requiere terapia de reemplazo de inmunoglobulinas a largo plazo.
“En el lupus teníamos un poco la sensación de desolación porque nos fallaba aquello que nos funcionaba para otras enfermedades que tienen un mecanismo parecido. Y, por fin, ya se han diseñado fármacos dirigidos a esta enfermedad”, subraya González. En ese sentido, el nuevo fármaco, anifrolumab, tiene un mecanismo un poco diferente ya que no se dirige al linfocito B, sino al interferón. “Esto nos da un abanico mayor para utilizar con el paciente. Esperamos que al incorporarlo en nuestro arsenal terapéutico podamos dar respuesta a los pacientes que no responden a otros tratamientos o que necesitan un mecanismo de acción más rápido para controlar su enfermedad”, remata el internista. “Incorporar la información molecular antes de prescribir tratamientos para la artritis a los pacientes podría cambiar para siempre la forma en la que tratamos la condición”, indica Costantino Pitzalis, profesor de reumatología en la Queen Mary University of London, y director del estudio. “Los pacientes se beneficiarían de una aproximación personalizada que tiene mayor probabilidad de éxito, en lugar de la prescripción de fármacos por prueba y error que es actualmente la norma”.
Un total de 309 pacientes pediátricos recibieron rituximab y fueron incluidos en la población de análisis de seguridad. Se dispone de datos limitados de los ensayos clínicos para evaluar completamente la seguridad del uso secuencial de otros FARME (incluidos los inhibidores del TNF y otros medicamentos biológicos) después del tratamiento con rituximab (ver sección 4.5). El primer paso para determinar la inmunogenicidad de un biosimilar es caracterizar mediante técnicas analíticas los factores relacionados con el fármaco que están implicados en el desarrollo de anticuerpos antifármaco (secuencia de aminoácidos, glicosilación, formulación e impurezas) y compararlos con los del biológico original3,8,9. No obstante, el desarrollo de anticuerpos también depende de factores relacionados con el paciente (por ejemplo, edad, situación del sistema inmune), con la enfermedad (como comorbilidades, tratamientos concomitantes) y con el tratamiento en estudio (por ejemplo, exposición)1,3.
A partir de la información obtenida se han establecido recomendaciones basadas en la clasificación de la Sociedad Americana de Enfermedades Infecciosas9 según la tabla 1. Los resultados preliminares del estudio PREBLIN, que evalúa la eficacia de Tenofovir en la profilaxis, también confirman su utilidad con dicha indicación[58]. De lo expuesto previamente, se concluye que sólo los individuos nunca expuestos al VHB, vacunados o que han desarrollado HBsAc tras infección son los únicos que, con un riesgo casi inexistente, no requerirán profilaxis en ningún caso si son expuestos a IS. El resto, incluyendo pacientes HBsAg- con HBsAc+, son posibles candidatos a tratamiento en función del tipo de IS recibida.
De forma menos común también se puede recurrir al trasplante de progenitores hematopoyéticos, bien sea autólogo (autotrasplante) o alogénico (procedente de un donante compatible). Resultados del Estudio 2 de PVEl estudio demostró la superioridad de rituximab sobre MFM en combinación con una disminución gradual de corticosteroides orales alcanzando un nivel de CRoff corticosteroides ≥ 16 semanas en la semana 52 en pacientes con PV (Tabla 23). La mayoría de los pacientes de la población mITT (74 %) fueron recién diagnosticados y el 26 % de los pacientes tenían enfermedad establecida (duración de la enfermedad ≥ 6 meses y habían recibido tratamiento previo para PV). Tratamiento de seguimientoDurante el período total de estudio, los pacientes recibieron entre 4 y 28 perfusiones de rituximab (hasta 4,5 años [53,8 meses]). Los pacientes recibieron hasta 375 mg/m2 x 4 de rituximab, aproximadamente cada 6 meses a criterio del investigador.
Ni Galindo ni González, que visitaron las instalaciones de AstraZeneca en Södertälje, han participado en los ensayos clínicos. Sí lo ha hecho el doctor Íñigo Rúa-Figueroa, reumatólogo del Hospital Universitario Doctor Negrín de Gran Canaria, que también estuvo en la planta sueca. Para hacer frente a estos desafíos, se necesitan fondos suficientes para los sistemas nacionales de atención de la salud en los entornos de bajos ingresos. Las directrices de tratamiento que consideran los diferentes niveles de recursos disponibles en cada entorno también son esenciales. Además, una formación de fácil acceso y el apoyo para la especialización neurológica mejorarían la atención de la esclerosis múltiple en todo el mundo. La LLC es la leucemia más frecuente en los países occidentales, suponiendo el 30% de todas las leucemias.
Aunque en general las arritmias ventriculares no son frecuentes3,46, pueden presentarse tanto en la miocarditis aguda como en la crónica, en particular en la sarcoidosis47 y la miocarditis de células gigantes48. En la fase aguda se recomienda tratamiento médico y observación cercana, evitando en general procedimientos terapéuticos invasivos, pues el origen suele ser la inflamación aguda y su resolución conlleva mejoría. Los bloqueadores beta pueden ser útiles para el tratamiento de la extrasistolia ventricular u otras arritmias49.
Este beneficio significativo sobre la supervivencia en comparación con la terapia basada en MabThera® refuerza que la terapia con Gazyvaro® es una opción terapéutica importante para las personas con LLC que no han sido tratadas previamente”. Se observaron frecuencias más altas de infecciones en general, incluidas infecciones de grados 3 y 4, en los grupos tratados con idelalisib en comparación con los grupos de control de los estudios clínicos con idelalisib. Las infeciones observadas con mayor frecuencia fueron infecciones del aparato respiratorio y episodios sépticos.
En total, 17 de 25 pacientes (68 %) recibieron tratamiento adicional con rituximab en o después del mes 6 hasta el cierre común, 14 de estos 17 pacientes recibieron tratamiento adicional con rituximab entre el mes 6 y el mes 18. Análisis de laboratorioUn total de 23/99 (23 %) pacientes tratados con rituximab del ensayo de inducción de la remisión dieron positivo para ADA a los 18 meses. No hubo una tendencia aparente o un impacto negativo aparente de la presencia de ADA en la seguridad o la eficacia en el ensayo de inducción de la remisión.
Los estudios en animales sugieren la posibilidad de efectos perjudiciales de idelalisib sobre la fertilidad y el desarrollo fetal (ver sección 5.3). In vitro, idelalisib fue un inductor de varias enzimas y no se puede excluir un riesgo de menor exposición y por tanto disminución de la eficacia de los sustratos de enzimas inducibles como CYP2C9, CYP2C19, CYP2B6 y UGT. Se recomienda precaución si se utiliza Zydelig junto con medicamentos con índices terapéuticos estrechos que son sustratos de estas enzimas (warfarina, fenitoína, S-mefenitoína). La combinación puede ocasionar un mayor riesgo de acontecimientos adversos cardiovasculares asociados al salmeterol, entre ellos prolongación del QT, palpitaciones y taquicardia sinusal.
No se debe administrar idelalisib de forma concomitante con colchicina a pacientes con insuficiencia renal o hepática. Las mujeres en edad fértil deben utilizar métodos anticonceptivos muy efectivos durante el tratamiento con idelalisib y durante el mes siguiente a su interrupción (ver sección 4.6). Las mujeres que usan anticonceptivos hormonales deben añadir un método de barrera como segundo método anticonceptivo, ya que actualmente se desconoce si idelalisib puede reducir la efectividad de los anticonceptivos hormonales.
Para los pacientes que pueden estar en mayor riesgo de recidiva, los médicos deben considerar un tratamiento de mantenimiento con Ruxience más prolongado, hasta un máximo de 5 años. Inducción de la remisión en adultosLa dosis recomendada de Ruxience para el tratamiento de inducción a la remisión de pacientes adultos con GPA y PAM es 375 mg/m2 de área de superficie corporal, administrada como una perfusión intravenosa una vez por semana durante 4 semanas (cuatro perfusiones en total). Pero sin duda algo que puede facilitar la vida de los pacientes, sobre todo teniendo en cuenta que suelen estar en plena edad laboral, es que pueda administrarse de forma subcutánea (mediante un pinchazo que Aids in reducing excess immune activity se da con una pluma, una vía de administración más cómoda). Precisamente en el Hospital del Mar (Barcelona) se está realizando el ensayo clínico Tulip fase 3 de anifrolumab subcutáneo. Rúa-Figueroa apunta que en esa aún pequeña práctica clínica que van teniendo algunos profesionales a nivel internacional hay aspectos en los que anifrolumab puede tener beneficios adicionales. En el ensayo 1 en pacientes con respuesta inadecuada o intolerancia a uno o más tratamientos inhibidores de TNF, que recibieron rituximab en combinación de metotrexato demostraron una progresión radiográfica significativamente menor que los pacientes que inicialmente recibieron metotrexato solo durante 56 semanas.
La adopción de medidas para fomentar el uso de biosimilares (formación, estímulos a la prescripción, fijación de objetivos de uso/penetración) también es competencia de los Estados miembros de la UE. En España se han fijado cuotas en algunas regiones (Madrid, Cataluña)35, pero esta estrategia puede ser contraproducente en cuanto implica coartar la libertad de prescripción por razones económicas. Por tanto, en caso de implantarse, debería hacerse de manera que se preserve la capacidad de decisión del prescriptor, fomentando por ejemplo el inicio del tratamiento con biosimilares en pacientes naïve, en lugar de obligar al switch en pacientes con tratamientos ya establecidos. Asimismo, la aceptación de las cuotas de prescripción podría mejorar si el ahorro conseguido con el uso de biosimilares se reinvierte en la atención sanitaria, y la medida se comunica adecuadamente.
El paciente sólo experimentó, 19 meses después de iniciar el tratamiento con RTX, en una ocasión, un leve empeoramiento de la ataxia (INCAT score de 2), que mejoró después de una dosis única de RTX (1.000 mg). Actualmente, el paciente no presenta ataxia de la marcha ni alteraciones sensitivas (INCAT score de 0) (fig. 1). De forma general, los LNH agresivos suelen responder muy bien a estos tratamientos, y se estima que hasta el 80% de los pacientes jóvenes pueden llegar a curarse con estos esquemas de tratamiento. Sin embargo, estas probabilidades de curación van reduciéndose según aumenta la edad del paciente tratado y ante la presencia de valores más altos en el índice internacional pronóstico (IPI).
Hay que actuar con precaución y observar estrechamente a los pacientes en busca de toxicidad relacionada con bosentano. Hipersensibilidad al principio activo o a alguno de los excipientes incluidos en la sección 6.1. Si un paciente omite una dosis de Zydelig y han transcurrido un máximo de 6 horas con respecto a la hora a la que lo toma normalmente, debe tomar la dosis omitida lo antes posible y proseguir con su horario posológico habitual.
Dado que, de forma general, los linfoma no Hodgkin indolentes presentan una evolución y progresión lentas, es posible que no requieran tratamiento activo en el momento del diagnóstico, siendo necesaria tan solo una vigilancia activa. A pesar de las altas tasas de curación o desaparición de la enfermedad, algunos pacientes son resistentes o refractarios a estos tratamientos. En otros casos, aunque el paciente responde a los tratamientos de primera línea, es probable que se produzcan recaídas y el LNH pueda volver a ser detectado. Ante estas situaciones, las estrategias terapéuticas podrán variar en función del subtipo de LNH agresivo, la edad y el estado del paciente o la respuesta que éste ha tenido a los tratamientos anteriores. En pacientes en los que la quimioterapia no es eficaz, también se pueden utilizar células progenitoras de un donante compatible (trasplante alogénico), aunque afortunadamente son casos muy ocasionales.
Las perfusiones de rituximab se administraron después de una perfusión intravenosa de 100 mg de metilprednisolona; los pacientes también recibieron tratamiento con prednisona oral durante 15 días. Las reacciones adversas (RAM) observadas con mayor frecuencia en pacientes que recibieron rituximab fueron las RRP, que aparecieron en la mayoría de los pacientes durante la primera perfusión. La incidencia de los síntomas relacionados con la perfusión disminuye sustancialmente con las perfusiones posteriores y es inferior al 1 % después de ocho dosis de rituximab. Los niveles de células B en neonatos humanos después de la exposición materna a rituximab no se han estudiado en los ensayos clínicos. No existen datos adecuados y bien controlados de los estudios en mujeres embarazadas; sin embargo, se han notificado casos de disminución transitoria de células B y linfocitopenia en algunos bebés nacidos de madres expuestas a rituximab durante el embarazo. Por estas razones, Ruxience no se debe administrar a mujeres embarazadas a menos que el posible beneficio esperado supere el riesgo potencial.
El síndrome con frecuencia se manifiesta durante la primera o segunda hora después de comenzar la primera perfusión. Los pacientes con antecedentes de insuficiencia pulmonar o aquellos con infiltración tumoral pulmonar pueden tener un mayor riesgo de resultados deficientes y deben aumentar las precauciones durante el tratamiento. Los pacientes que desarrollan síndrome de liberación de citoquinas grave deben interrumpir la perfusión inmediatamente (ver sección 4.2) y deben recibir un tratamiento sintomático intensivo.
In vitro, idelalisib inhibió e indujo CYP2C8, pero se desconoce si esto se traduce en algún efecto in vivo sobre los sustratos de CYP2C8. Se recomienda precaución si se utiliza Zydelig junto con medicamentos con índices terapéuticos estrechos que son sustratos de CYP2C8 (paclitaxel). Se debe vigilar la aparición de signos y síntomas respiratorios en los pacientes durante todo el tratamiento e indicarles que notifiquen con rapidez nuevos síntomas respiratorios. Si el problema recurre, se debe interrumpir el tratamiento con Zydelig hasta que los valores retornen al grado 1 ó inferior, después de lo cual se puede considerar el reinicio en dosis de 100 mg dos veces al día según el criterio del médico (ver secciones 4.4 y 4.8).
Después de la fase de inducción de remisión, los pacientes podían, bajo criterio del investigador, recibir perfusiones posteriores de rituximab en o después del sexto mes para mantener la remisión PVAS y controlar la actividad de la enfermedad (incluyendo enfermedad progresiva o brote) o para lograr la primera remisión. InfeccionesLa tasa general de infecciones notificadas en los ensayos clínicos se aproximó al 94 por 100 pacientes-año en los pacientes tratados con rituximab. Las infecciones fueron predominantemente leves a moderadas y afectaron mayoritariamente al tracto respiratorio superior y al tracto urinario. La frecuencia de infecciones que fueron graves o requirieron antibióticos por vía intravenosa fue de aproximadamente 4 por 100 pacientes-año.
Ruxience en combinación con quimioterapia está indicado para el tratamiento de pacientes con LLC no tratada previamente y recidivante/refractaria. Solo se dispone de datos limitados sobre la eficacia y la seguridad de los pacientes tratados previamente con anticuerpos monoclonales, incluido rituximab, o pacientes refractarios al tratamiento previo con rituximab y quimioterapia. Durante la administración del medicamento, sobretodo en la primera administración, pueden aparecer fiebre, escalofríos, malestar, cansancio o erupciones cutáneas. En la mayoría de casos se puede continuar la infusión cuando los síntomas desaparezcan o mejoren.
Asegúrese de que el médico tenga conocimiento del diagnóstico y tratamientos previos de la hepatitis B. También se le harán pruebas para detectar el virus de la hepatitis B antes de comenzar el tratamiento con este medicamento. Los 25 pacientes completaron las cuatro perfusiones intravenosas una vez por semana para la fase de inducción de remisión de 6 meses. Inducción de la remisión en adultosEn el estudio 1 de GPA/PAM, un total de 197 pacientes de 15 años o más con GPA (75 %) y PAM (24 %) activas y graves se incluyeron y trataron en un ensayo de no-inferioridad, multicéntrico, doble ciego, aleatorizado con comparador activo y controlado. Los datos del seguimiento de los pacientes en el estudio (mediana de seguimiento de 9 años) confirmaron el beneficio a largo plazo de la terapia de mantenimiento con rituximab en términos de SLP, SLE, TNLT y TNCT (Tabla 9).
La disminución de la dosis de prednisona y la decisión de suspender el tratamiento con prednisona después del mes 18 se dejaron a decisión del investigador. Tratamiento inicial, semanal, 8 dosisEn un ensayo multicéntrico, de un único brazo, 37 pacientes con LNH recidivante o quimioresistente, de bajo grado o folicular de células B recibieron 375 mg/m2 de rituximab como perfusión intravenosa semanal durante 8 dosis. La TRG fue del 57 % (Intervalo de confianza (IC) del 95 %; 41 % – 73 %; RC 14 %, RP 43 %) con una mediana proyectada del TTP de 19,4 meses (rango 5,3 a 38,9 meses) para los pacientes que respondieron a la terapia. En el estudio 2 de GPA/PAM, 30/57 (53 %) pacientes en el brazo de rituximab experimentaron infecciones.